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Tecnicas Arabes de Reduccion de Conflictos / Arab Conflict Reduction Techniques

TÉCNICAS ÁRABES DE REDUCCIÓN DE CONFLICTOS 

Las disculpas se han convertido en una parte importante de la política internacional y local contemporáneas. Ayer, el gobierno canadiense se disculpó a su población nativa india por el abuso que sufrieron al forzar a sus niños a acudir a colegios residenciales gubernamentales. Hace tiempo, el gobierno australiano se disculpó al pueblo aborigen. En la última década algunos gobiernos han decidido iniciar un proceso de vigilancia del pasado para fomentar la reconciliación. 

En mi propio trabajo sobre reconciliación he desarrollado un marco para alcanzar la reconciliación en varias sociedades. El primer paso es reconocer que se obró mal. A esto le sigue una disculpa verbal y una compensación material o moral. El perdón es lo siguiente y puede desembocar, aunque no siempre, en la reconciliación. Sin embargo, este marco para el acuerdo y la reconciliación está influido por la cultura y los rituales indígenas.

 En Oriente Medio, la prevención del conflicto y la resolución está regulado por tres tipos de leyes: la ley islámica (Shari’a), las leyes basadas en el Derecho occidental, y las leyes de las costumbres tribales. En las grandes ciudades árabes, los individuos involucrados en los conflictos, probablemente más que los de los pueblos, recurren al sistema legal oficial para resolver sus disputas. El sistema legal está atascado y la corrupción predomina. La justicia es normalmente la de los poderosos y los ricos (políticos y clero) o de los líderes de los clanes de los pueblos o tribus beduinas. 

El ritual de Oriente Medio de sulh (acuerdo) y músalaha (reconciliación) son formas alternativas e indígenas del control y reducción de conflictos. En el Reino de Jordania el ritual de sulh  es reconocido oficialmente por el gobierno jordano como una tradición aceptable legal de las tribus beduinas. En Israel, el ritual de sulh sigue en uso entre los ciudadanos palestinos de Israel que viven en los pueblos de Galilea. En Líbano, sulh es utilizado en las zonas rurales como el Valle de Bekaa, el área de Hermel en el este de Líbano y la región de Akkar en el norte de Líbano. 

Expongo un breve esbozo de cómo se utiliza el ritual del acuerdo y la reconciliación en Oriente Medio. Después de un asesinato, la familia del asesino, con el fin de frenar cualquier intento de venganza sangrienta, acude a una delegación de mediadores formada por los más ancianos e insignes, normalmente llamados muslihs o jaha (aquellos que se han ganado la estima de la comunidad). 

Tan pronto como la familia de la parte culpable llama para la mediación, se declara una hodna (tregua). La función de los mediadores no es juzgar, castigar o condenar a la parte ofensora, sino de preservar el buen nombre y honor de ambas familias. A veces, se paga un precio por la sangre en dinero (diya) a la familia de la víctima, importe normalmente fijado por los mediadores.

El proceso del ritual del sulh habitualmente termina con una ceremonia pública de reconciliación en la plaza del pueblo. La ceremonia está compuesta por cuatro momentos principales: 1) el acto de reconciliación en sí, 2) las dos partes estrechan la mano bajo la supervisión de los muslihs o jaha, 3) la familia del asesino visita la casa de la víctima para beber una taza de café amargo, y 4) el ritual concluye con una comida ofrecida por la familia del delincuente.

 El ritual del sulh  es sólo un ejemplo de las varias fórmulas indígenas para el control y la reducción de conflictos. Los jóvenes profesionales árabes ya no confían en este ritual. Las relaciones de poder han sido desplazadas a los escenarios urbanos en donde los caciques políticos deciden en la resolución de conflictos y en algunos casos se aplica la ley. Este es el elemento principal de cualquier sociedad moderna que se echa en falta hoy en día en Oriente Medio.  

http://kroc.nd.edu/ocpapers/op_19_2.pdf  

 

ARAB CONFLICT REDUCTION TECHNIQUES 

Apologies have become an important part of contemporary international and domestic politics. Yesterday, the Canadian government apologized to its native Indian population for the abuse they suffered by forcing their children into government-funded residential schools. A while back, the Australian government apologized to its aboriginal people. In the last decade several governments have decided to initiate a process of policing the past to foster reconciliation. 

In my own work on reconciliation I developed a framework to reach reconciliation in various societies. The first step is to acknowledge that harm was done. This is followed by a verbal apology and moral or material compensation. Forgiveness follows that sometimes, but not always, leads to reconciliation. Nevertheless, this framework for settlement and reconciliation is influenced by indigenous culture and rituals. 

In the Middle East, conflict prevention and resolution is guided by three types of laws: the Islamic Law (Shari’a), the Western-based laws, and the tribal laws of custom. In large Arab cities, individuals involved in conflicts are more likely than villagers are to resort to the official legal system to settle their disputes. The legal system is clogged and corruption is pervasive. The law is usually that of the powerful and the wealthy (politicians and clergy) or heads of village clans or Bedouin tribes. 

The Middle Eastern ritual of sulh (settlement) and musalaha (reconciliation) are alternative and indigenous forms of conflict control and reduction. In the Kingdom of Jordan the ritual of sulh is officially recognized by the Jordanian government as a legally acceptable tradition of the Bedouin tribes. In Israel, the ritual of sulh is still in use among the Palestinian citizens of Israel living in the villages of Galilee. In Lebanon, sulh is used in the rural areas such as the Bekaa Valley, The Hermel area in eastern Lebanon and the Akkar region of north Lebanon. 

Here is a brief sketch of how the ritual of settlement and reconciliation is used in the Middle East. Following a murder, the family of the murderer, in order to thwart any attempt at blood revenge, calls on a delegation of mediators comprised of village elders and notables, usually called muslihs or jaha (those who have gained the esteem of the community). 

As soon as the family of the guilty party calls for mediation, a hodna (truce) is declared. The task of the mediators is not to judge, punish or condemn the offending party, but rather to preserve the good name and honour of both families. Sometimes, a blood price in money (diya) is paid to the family of the victim that usually involves an amount of money set by the mediators. 

The ritual process of sulh usually ends in a public ceremony of reconciliation in the village square. The ceremony includes four major stages: 1) the act of reconciliation itself, 2) the two parties shake hand under the supervision of the muslihs or jaha; 3) the family of the murderer visits the home of the victim to drink a cup of bitter coffee; and 4) the ritual concludes with a meal hosted by the family of the offender. 

The ritual of sulh is only one example of various indigenous methods for conflict control and reduction. Young Arab professionals do not rely on this ritual anymore. Power relationships have shifted to urban settings where strong political patrons decide on the outcome of conflicts and in some instances the rule of law is applied. This is the main element of governance to be found in any modern contemporary society that is missing today in the Middle East. 

http://kroc.nd.edu/ocpapers/op_19_2.pdf

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