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¿Quo Vadis Iran?

 

La República Islámica de Irán se encuentra de nuevo en el centro de un tira y afloja global. Desde la revolución de 1979, Irán se ha convertido en un jugador clave no sólo en el Golfo Pérsico sino también en Oriente Medio en general. 

Durante mi reciente viaje a Líbano, tuve la oportunidad de reunirme con un par de expertos en política iraní. Aquí expongo algunas de las conclusiones a las que llegué: 

Una de las mayores preocupaciones de Irán es su política de seguridad. Si miramos al mapa podemos encontrar que el país está rodeado por vecinos amables y no amables. Rusia es uno de los grandes vecinos. La relación entre los dos países ha sido cálida y Rusia ha sido uno de los principales proveedores de instalaciones nucleares de Irán. Además, Irán y Rusia comparten el interés mutuo en la exportación de sus ricos recursos naturales de gas y petróleo a Europa Occidental. Lo mismo sucede con la política de Irán en relación con otros dos importantes vecinos: China e India. 

En Afganistán, Irán ha sido un jugador principal en la lucha contra el régimen Talibán mientras intentaba hacerse amigo con el régimen del presidente Karzai en Kabul. Tanto Irán como Pakistán, países dominados por los suníes y chiíes respectivamente, han estado luchando por influencia en la tierra del Paso del Khyber. 

Los dos principales enemigos de Irán en Oriente Medio son los Estados Unidos de América y la presencia de sus tropas en Irak. Desde que llegó a la Casa Blanca, la administración Bush ha establecido un grupo de bases militares para contener la expansión de Teherán en la región. Está muy claro que tanto Irán como los Estados Unidos serán jugadores clave en cualquier acuerdo futuro en Irak. Las actuales negociaciones entre Washington y Bagdad acerca de un pacto de seguridad tendrán que tener en consideración los intereses de Irán. 

Otro enemigo, real o ficticio, es Israel. La República Islámica se ha posicionado como un competidor importante para el ejército y la hegemonía estratégica israelíes, Irán ha hecho del conflicto entre árabes e israelíes un principal campo de batalla para enfrentarse al estado judío. Otro objetivo principal es la unidad islámica. A Irán le gustaría tomar el liderazgo del mundo musulmán de las manos de los estados dominados por los suníes, como Arabia Saudita y Egipto. Con el fin de conseguir estos objetivos Teherán creó, entrenó y finalmente sustentó lo que los expertos han denominado «tentáculos estratégicos», por ejemplo: Hizbulá en Líbano, Hamás y el islámico Jihad en Palestina, y la Brigada Badr en Irak. Actúan como grupos no estatales transnacionales lo suficientemente flexibles para realizar los objetivos de Teherán. 

Detrás de estos movimientos hay un claro mensaje que Teherán está transmitiendo a los EE.UU. y sus aliados. El mensaje es que la República Islámica de Irán es por mucho más importante que los aliados árabes americanos y los amigos que se han convertido más en una responsabilidad que en un activo para Washington. 

En lo que respecta a la Unión Europea, los expertos libaneses me dijeron que Irán considera Europa como un apéndice de las estrategias militares y diplomáticas de los EE.UU. Irán no respeta a los europeos ya que se inclinan antes las políticas estadounidenses; muestra de ello era las recientes declaraciones de algunos líderes de la UE durante la última visita a Europa de George W. Bush.   

Se reveló un punto muy interesante al hacer un paralelismo entre las políticas de Irán y Turquía en la región. Ambos países comparten un interés similar en estabilizar a Oriente Medio. La diferencia, sin embargo, está en el estilo. Turquía por un lado y, de acuerdo con estos expertos, respeta el equilibrio regional y a diferencia de Irán, no tiene la intención de extender la hegemonía turca. Por otro lado, y con fin de justificar y legitimizar su alcance estratégico en Oriente Medio, Irán ha dependido de políticas y acciones que a veces resultaban «brutales.» Esto es debido al vacío de legitimidad de una potencia dominada por los chiíes en una región poblada por una ciudadanía mayoritariamente suní.   

No menos importante resulta el actual lucha de poder que se da entre Irán y Occidente en relación con el último programa nuclear. La última oferta hecha por los cinco miembros del Consejo de Seguridad de la ONU incluye atractivos paquetes que favorecerían la reintegración y el reconocimiento del importante papel de la República Islámica en la estabilidad y prosperidad de Oriente Medio. 

El jurado oscila entre si Irán aceptará la zanahoria global u optará por seguir con la batalla de palos. En una región arruinada por divisiones, guerras locales, y enfrentamiento de intereses, el vuelo del pavo real iraní mostrará por donde se dirige el cazador persa. ¿Quo Vadis Irán? 

http://www.carnegieendowment.org/publications/index.cfm?fa=view&id=19975&prog=zgp&proj=zme

  

QUO VADIS IRAN?

The Islamic Republic of Iran is again at the center of a global push and pull. Since the revolution in 1979, Iran has become a key player not only in Persian Gulf politics but also in the Middle East at large. 

During my recent trip to Lebanon, I had the opportunity to meet with a couple of experts on Iranian politics. Here are some of the conclusions I came up with. 

One of Iran’s major concerns is its security policy. If we look at the map we find that the country is surrounded by friendly and non-friendly neighbours. Russia is one Iran’s big neighbours. The relationship between the two countries has been warm and Russia has been one of the major suppliers for Iran’s nuclear facilities. Moreover, Iran and Russia share a joint interest in the export of their rich natural gas and oil resources to Western Europe. The same applies to Iran’s policy towards other two important neighbours: China and India. 

In Afghanistan, Iran has been a major player in fighting the Taliban regime while trying to cozy up to President Karzai’s rule in Kabul. Both Iran and Pakistan, a Sunni and a Shia-dominated country, have been jockeying for influence in the land of the Khyber Pass.

 Iran’s two major foes in the Middle East are the United States of America and the presence of its troops in Iraq. Since it came to the White house, the Bush Administration has been establishing a set of military bases to contain Teheran’s expansion in the region. It is very clear that both Iran and the U.S. will be key players in any future settlement in Iraq. Current negotiations between Washington and Baghdad regarding a security pact will have to take Iran’s interests into consideration.

 Another foe, perceived or otherwise, is Israel. The Islamic Republic has emerged as a major competitor to Israeli military and strategic hegemony in the Middle East. The Beirut experts told me, that in order to fight Israel, Iran has made the conflict between Arabs and Israelis into a major arena in which to confront the Jewish state. Another major objective is Islamic unity. Iran would like to take the leadership of the Muslim world from the hands of Sunni-dominated states such as Saudi Arabia and Egypt. In order to achieve these aims Teheran created, trained and financially supported what the experts called  «strategic tentacles», i.e. Hezbollah in Lebanon, Hamas and Islamic Jihad in Palestine, and the Badr Brigade in Iraq. They act as non-state transnational groups flexible enough to implement Teheran’s objectives. 

Behind these moves is a clear message that Teheran is sending to the U.S. and its allies. The message is that the Islamic Republic of Iran is by far more important than America’s Arab allies and friends that have become more a liability than an asset to Washington. 

Regarding the European Union, the Lebanese experts told me that Iran considers Europe as an appendix to U.S. military and diplomatic strategies. Iran does not respect the Europeans as they bow down to U.S. policies, as illustrated by recent statements made by some EU leaders during George W. Bush’s latest trip to Europe. 

A very interesting point was raised when a parallel was made between Iran and Turkey’s policies in the region. Both countries share a similar interest in stabilizing the Middle East. The difference though is in style. Turkey on the one hand and according to these experts, respects the regional equilibrium and unlike Iran, has no intention to extend Turkish hegemony.  On the other hand, and in order to justify and legitimize its strategic reach in the Middle East Iran has relied on policies and actions that were sometime «brutal.» This is due to the lack of legitimacy of a Shiite-dominated power in a region populated by a Sunni-majority population. 

Last but not least there is the current ongoing power struggle between Iran and the West regarding the latter’s nuclear program. The latest offer made by the five UN Security Council members includes enticing packages that would favour reintegrating and acknowledging the Islamic Republic’s important role in the stability and prosperity of the Middle East. 

The jury is out on whether Iran will accept the global carrot or will it opt to pursue the battle of sticks. In a region wracked by divisions, local wars, and clashing interests the flight of the Iranian peacock will show where the Persian hunter is headed. Quo Vadis Iran?

 http://www.carnegieendowment.org/publications/index.cfm?fa=view&id=19975&prog=zgp&proj=zme

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TURQUÍA Y LA UNIÓN EUROPEA / TURKEY AND THE EU

 

Turquía es un importante país ubicado entre Europa y Asia, un ejemplo vivo de la Alianza de Civilizaciones tan querida por el Presidente español Jose Luis Rodriguez Zapatero. Turquía juega un papel de mediación muy importante para sentar a la mesa de negociaciones a sirios e israelíes. Por último,  Turquía es un jugador clave en la actual situación en Irak. 

El punto muerto en el que se encuentran las negociaciones entre Turquía y la Unión Europa está minando las fuerzas seculares en el país, quienes esperan un cambio de mentalidad en algunas capitales europeas, sobre todo en París. El 1 de julio, Francia tomará la presidencia de la Unión Europea y el presidente Sarkozy ha expresado abiertamente su oposición a que Turquía sea miembro. Los sentimientos europeos hacia Turquía pueden resumirse en estas dos declaraciones.  Los conservadores europeos dicen que Turquía es «demasiado grande, demasiado pobre y demasiado musulmana.» Mientras tanto, el anterior Ministro de Exteriores alemán, Joschka Fischer, sintetizó la opinión de la izquierda europea: «Modernizar un país islámico basándose en los valores comunes europeos sería una gran victoria de los segundos en la guerra contra el terrorismo.» 

Las negociaciones sobre la entrada turca en la Unión Europea empezaron hace 45 años. En julio 1959 el entonces primer ministro turco mandó una petición de asociación a la entonces Comunidad Económica Europea (CEE). Las discusiones preliminares entre ambas partes se paralizaron con el golpe militar en Turquía de 1960. No fue hasta septiembre de 1963 cuando se firmó un acuerdo de asociación entre las dos partes. 

El acuerdo de asociación constaba de tres fases: la preparatoria, que duraría cinco años; una de transición, que duraría 12 años, según la cual, en acuerdo con la CEE, se suponía que se darían los pasos en la dirección de una unión aduanera; y la última fase, en la que se iba a consolidar la unión aduanera y la coordinación de políticas económicas entre ambas partes. 

Las relaciones entre Europa y Turquía eran desiguales ya que, por una parte, las exportaciones de la CEE hacia Turquía eran sobre todo de bienes industriales y de flujo de capital. Las exportaciones de Turquía, por otra, eran sobre todo productos agrícolas, textiles y mano de obra. Las comunidades inmigrantes turcas en Alemania, Austria y otros países suponían una fuente principal de ingresos para aminorar el déficit comercial entre Turquía y la CEE. La comunidad empresarial turca estaba preocupada, sobre todo, porque una bajada de tarifas proteccionistas socavaría y debilitaría el incipiente sector industrial. La Unión Europea es el socio económico más importante de Turquía. En 1965, un 33,8% de los productos turcos fueron a parar en la CEE, un 48,9% en 1976, un 43,8% en 1986 y un 46,6% en 1989.

  A lo largo de las décadas de los setenta y ochenta se produce una congelación de las negociaciones entre las dos partes. Esto se debe al memorando militar turco de 1971, la invasión turca de Chipre en el verano de 1974, y el golpe militar de septiembre de 1980 en Turquía. 

En diciembre de 1995, la unión aduanera entre la UE y Turquía fue firmada a pesar de las tensiones reinantes en ese momento entre el Consejo Europeo y Ankara. No era hasta la cumbre europea en Helsinki (diciembre 1999) que el Consejo Europeo reconoció el status de Turquía como candidato a miembro de la UE. En el ínterin, el gobierno turco se encargó de la iniciación e implantación de una serie de medidas drásticas para equiparar la situación política y económica con los estándares de la UE. 

Sin embargo, la candidatura de Turquía se tuvo que enfrentar a la oposición por parte de los griegos, debido a su ocupación militar del Norte de Chipre (Turquia estableció la República Turca del Norte de Chipre). Es curioso que fueran precisamente los chipriotas turcos los que votaron de forma masiva (75,8%) a favor de un referéndum apoyado por las Naciones Unidas para unificar la isla, en abril de 2004, mientras que un 64% de los chipriotas griegos votaron en contra. 

Sería poco inteligente por parte de la UE dejar a Turquía fuera del rebaño europeo. El intento por parte del Primer Ministro, Recep Tayyip Erdogan, de llegar a un «maridaje» histórico entre el Islam y un estado secular debería ser aplaudido y protegido. Aislar a una civilización importante por unos limitados intereses políticos será una contradicción absoluta de los principios fundacionales de Europa. Que Turquía sea un miembro de la UE es un paso importante hacia la consolidación de estos principios. 

http://www.usip.org/library/topics/turkeyeu.html

http://www.turkishembassy.org/index.php?option=com_content&task=view&id=57&Itemid=235#ankara

 

 TURKEY AND THE EU 

Turkey is an important country sitting between Europe and Asia, a living example of the Alliance of Civilizations dear to Spanish President José Luis Rodríguez Zapatero’s heart. Turkey is also playing a very important mediating role to bring Syrians and Israelis to the negotiating table. Last but not least, Turkey is a key player in the current situation in Iraq. 

The current stalemate in negotiations between Turkey and the EU is undermining the secular forces in the country who are hoping for a change of heart in some European capitals, particularly Paris. As of July 1 France will be chairing the EU presidency and President Sarkozy has openly expressed his opposition to Turkish membership. European feelings towards Turkey can be summed up in the following two statements. European conservatives state that Turkey is «too big, too poor and too Muslim.» Meanwhile the opinion of Europe’s Left was expressed by Germany’s former foreign minister, Joschka Fischer, who stated:» To modernize an Islamic country based on Europe’s common values would be a great victory of the latter against the war on terrorism.» 

Turkish membership negotiation with the EU began 45 years ago. In July 1959 the then Turkish prime minister submitted an association request to the then European Economic Community (EEC). Exploratory discussions between the two sides were frozen by the military coup in Turkey in May 1960. It was not until September 1963 that an association agreement was sealed between the two sides. 

The association agreement included three stages: a preparatory stage that would last for five years, a transitional stage that would last 12 years under which, in common agreement with the EEC, steps towards a customs union were supposed to take effect; the last stage was supposed to witness the consolidation of the customs union and the coordination of economic policies between the two parties. 

The relationship between Europe and Turkey was lopsided as on the one hand, EEC exports towards Turkey were mainly industrial goods and flow of capitals. Turkey’s exports, on the other, were mostly agricultural products, textile and manpower. Turkish immigrant communities in Germany, Austria and other countries were a main source of revenue to close the trade deficit between Turkey and the EEC. The Turkish business community was mostly concerned that a lowering of protectionist tariffs would undermine and weaken the budding industrial sector. The EU remains Turkey’s most privileged economic partner. In 1965, 33.8% of Turkish products went to the EEC, 48.9% in 1976, 43.8% in 1986 and 46.6% in 1989. 

In the 1970s and 1980s we witness a freezing of negotiations between the two sides. This was due to the 1971 Turkish military memorandum, the Turkish invasion of Cyprus in the summer of 1974, and the September 1980 military coup in Turkey. 

In December 1995 the customs union between the EU and Turkey was signed despite ongoing tensions between the European Council and Ankara. It was not until the European summit in Helsinki (December 1999) that the European Council recognized Turkey’s status as a candidate for membership within the EU. In the meanwhile the Turkish government took upon itself the initiation and implementation of a series of tough measures to align Turkey’s political and economic situation with EU standards. 

Nonetheless, Turkey’s membership had to face Greek opposition because of its military occupation of Northern Cyprus (Turkey established the Turkish Republic of Northern Cyprus). Ironically it was the Turkish Cypriots who massively voted in favour of a UN sponsored referendum to unify the island in April 2004, whereas on the Greek Cypriot side there was a 64% vote against the motion. 

It would be foolish for the EU to leave Turkey outside the European fold. Prime Minister Recep Tayyip Erdogan’s attempt to find a historic compromise between Islam and secularism ought to be fostered and protected. Isolating an important civilization for narrow political interests will be in total contradiction to Europe’s founding principles. Turkish EU membership is an important step towards consolidating these principles. 

http://www.usip.org/library/topics/turkeyeu.html

http://www.turkishembassy.org/index.php?option=com_content&task=view&id=57&Itemid=235#ankara

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